Artículo escrito por Daniel Calle Chilán, autor del Blog «La Lupa del Deporte» y director del Podcast «Gente de Fútbol».
Estuve ayer en el Santiago Bernabéu viendo el Real Madrid-Alcoyano de Copa de SM el Rey. A priori (y a posteriori) partido sin historia, sin emoción, de trámite. Precios populares (5, 10, 15 euros) y un rival que no creaba peligro.
El partido fue así. Un tostón en la 1ª parte y algo más entretenido en la 2ª. Algunos jugadores que deambulan por el campo y otros con compromiso para partidos como este. El Real Madrid ganó, 3-0, resolviendo al final un mediocre partido. No estuvo bien el equipo, incluso el Alcoyano se encontró cómodo en el césped por momentos. Pero ni nada preocupante ni nada importante. Era un partido sin historia, sin nada que sacar. Partido que se juega porque hay que jugarlo y punto. Al siguiente.
Pero el partido deja cosas. Todo ello en el aspecto que va entre lo deportivo y lo extradeportivo. De nuevo, la afición. De nuevo, la división en el madridismo. De nuevo, la contaminación social como efecto en la afición. De nuevo, una serie de aficionados que añoran los tiempos de Irún y Alcorcón y no quieren al entrenador que ha derrotado al mejor Barça de la historia.
Sentado en mi butaca del Santiago Bernabéu sentí decepción, tristeza e incluso asco cuando nuestra afición critica al entrenador del Real Madrid. Pensándolo bien, en este estadio se ha llegado a pitar a Zidane y podemos esperar cualquier cosa. Pero se ha llegado a un punto en el que no queremos a aquel que nos ha devuelto a ganar, con el cual volvimos a visitar a la Diosa y el que nos ha hecho disfrutar y vibrar con un equipo grandioso. Y además, acabó con los espantosos ridículos en Champions y en Copa.
Mi teoría es que nadie es más madridista por pensar sobre el Real Madrid. Nadie es mejor por animar más o menos al equipo. Ahora bien, esto ha llegado a un límite en el que parte de la afición se mueve por los intereses de la prensa antimourinhista. Y ese sector crece.
Un sector que se dedica a pitar a Mourinho por no sé qué, porque no hay ni razones ni motivos para ello. Un sector que busca acabar con lo que tenemos, que son capaces de pitar al mejor jugador del equipo o al mejor entrenador de los últimos años. Y todo ello porque Mourinho no pone una sonrisa como todos los que le precedieron, porque dice alto y claro lo que piensa y porque defiende al Real Madrid de forma diferente a lo que estábamos acostumbrado.
Pero el problema no es que un sector pite al entrenador, utilizando su libertad de expresión, sino que este sector crece. Ayer lo comprobé en el Bernabéu. Ya sabía de los ideales piperos, pero ayer los «sufrí». Hubo momentos en los que, a los cánticos de muchos (no solo el fondo sur) de «José Mourinho», gente pitó con ganas estos cánticos, intentando minimizar el apoyo al entrenador. Y sentí que aquellos pitidos eran más (y con más fuerzas) que en otros partidos. Y ese sí que es un camino equivocado y dañino para el Real Madrid.
El apoyo a Mourinho en el estadio fue superior a los pitidos, pero los pitidos fueron más que en otras ocasiones. Y esos que pitan argumentaran que buscan lo mejor para el Real Madrid, que hay que echar a Mourinho y Cristiano Ronaldo y traer a Michel y a Soldado. Ellos quieren lo mejor, quieren un Real Madrid de Nacho y no de Pepe, un Real Madrid de Negredo y no de Benzema, un Real Madrid de españoles y no de buenos futbolistas, un Real Madrid de señorío y no de títulos y un Real Madrid de valores y palabras y no de lucha. Ese es el Real Madrid pipero. Ese es el Real Madrid del futuro. Un Real Madrid que será presente y que el presente se basará en mirar al pasado, en esperar a que el rival falle para ganar nosotros y en ir a la sala de trofeos para ver la grandeza del equipo.
El piperio crece. Malas noticias. Aquellos que pretenden salvar al Real Madrid, son los que hundirán al Real Madrid. Somos los únicos que no aplaudimos lo que tenemos, que preferimos aplaudir a los rivales. El único equipo que echamos de menos ese señorío de puro, pipas y corbata, los valores de Valdano y los ridículos en Copa. El único equipo que quiere vivir de los sueños y no de las realidades.
¡Basta ya! Basta de ir contra el actual Real Madrid, de imponernos a los demás ideas personales e interesadas. El Real Madrid es de todos. Y el actual, es el mejor que podemos tener. Y comprobado.
No queremos las buenas palabras. Queremos los gestos de defensa al club. No queremos los entrenadores «buen rollistas».
Queremos a los entrenadores ganadores. Queremos a Mourinho. Queremos al Real Madrid. #HalaMadrid
(Imágenes cortesía de: www.realmadrid.com)